TAI CHI CHUAN
Cuando se habla de los orígenes del Kung Fu es complicado asegurar ciertas cosas debido a que muchos datos de la Historia se perdieron con el correr de los siglos y con lo poco que se tiene recopilado de los eventos fieles y los nombres de los personajes que las vivieron es difícil, sino imposible, definir con certeza cada detalle restante. Por otra parte, el Kung Fu no tiene un solo origen en un lugar determinado con una persona determinada, muchos estaban ya trabajando paralelamente en diferentes puntos de China con sus propias peculiaridades. Es por ello que cuando muchos investigadores se refieren a la Historia del Kung Fu, a veces los relatos surgen de diferentes puntos y con diferentes personajes, pero está claro que el Templo Shaolin fungió como punto de albergue para mucho de este conocimiento. De igual manera sucede cuando se habla de los orígenes del Tai Chi Chuan… parecido al Kung Fu, no existen muchos documentos al respecto. La poca información que existe es un tanto confusa y a veces hasta contradictoria.
Antes de la Revolución Comunista, los textos referentes a este tema eran guardados con mucho hermetismo, los cuales eran develados sólo y únicamente para iniciados. A pesar de los pocos datos recabados, parece ser que en algunas cosas la mayoría de estudiosos en esta área llegan a un acuerdo, y además coincide con los relatos de los Maestros que descienden directamente del Linaje correspondiente.
Shaolin parece ser el centro o al menos el punto de partida que algunos toman de referencia para iniciar la búsqueda de los orígenes del Tai Chi Chuan. Precisamente con la llegada del mítico Bodhidharma (Tamó) al Templo.
Tamó ideó y transmitió una serie de ejercicios para el fortalecimiento físico externo e interno. De este modo sentaría las bases para lo que sería el principio (al menos en China) de la unión de un sistema de Artes Marciales y una Filosofía sistemática de desarrollo Espiritual. El Shaolin Chuan (boxeo Shaolin) o Kung Fu como lo conocemos en la actualidad, es el punto de partida y la relación directa que buscamos con el Tai Chi Chuan.
Se habla mucho de como surge este Arte, pero en realidad, recalcamos que, es prácticamente imposible obtener un dato exacto cuando mucha de la información fue destruida, extraviada y posiblemente hasta despreciada por muchos que al no encontrarle sentido a la práctica realizada, optaban por no darle importancia, con lo que se perdía la posibilidad de tener un dato certero de como surge el ansestral Tai Chi Chuan.
Chan San Feng, es una figura de quien poco se sabe, aunque los historiadores parecen coincidir en que fue un monje del templo Shaolin, quien más tarde decidió retirarse a la montaña de Wu tang (Wu dan) y fusionó los conocimientos sobre Taoísmo, los conocimientos sobre Budismo, la idea de la Medicina Tradicional China, la Alquimia Interior y las Artes Marciales. De aquí surgen los principios de lo que hoy conocemos como Tai Chi Chuan.
De las historias que se conocen, la más “poética” es la que cuenta que un día mientras se encontraba meditando, observó como luchaban una grulla y una serpiente. De este contraste entre fuerza y fluidez, surgió su inspiración. Lo que sí está claro, es que la inspiración surgió de observar la naturaleza y las leyes que la rigen.
El trabajo físico extenuante se reemplazó por ejercicios para cultivar el Chi (Energía), y la dureza de los movimientos, por la fluidez. No sabemos con certeza los caminos diversos que pudo seguir este proceso, pero sabemos que estos conocimientos llegaron hasta Chen Bu (Chen Pu), primer ancestro del estilo Chen, y de generación en generación hasta nuestros días .
En nuestra Institución practicamos el estilo Chen, gracias a nuestra Shifu Huang Li Chun, como también el estilo Yang. Ella es una excelente exponente de este Arte Ansestral y tenemos la gran bendición de ser considerados como parte de su familia marcial.
El Tai Chi Chuan al igual que el Kung fu, involucra el manejo de armas tradicionales. Esta modalidad convierte al Tai chi Chuan en un bello Arte doblemente atractivo. La suavidad, la coordinación y la gracia, hacen de este Arte algo muy especial.
Acá en occidente muchos consideran el Tai Chi Chuan como una practica terapéutica únicamente, por lo que la gente acude a los salones de clases para recuperar la salud. Es decir, que ven al Tai Chi Chuan como un tratamiento para la cura de enfermedades, porque el médico se los aconsejó o porque un documental se los sugirió.
En China, el Tai Chi Chuan no se considera curativo… sino, una actividad de uso preventivo. Nos referimos al hecho de que esta práctica se realiza, no porque ya se está enfermo, sino porque se quiere evitar que llegue la enfermedad. El pueblo Chino no ve a la enfermedad como una enfermedad, sino como un desequilibrio físico y las diferentes terapias entre ellas el Tai Chi Chuan, equilibran ese «desperfecto».
Por otra parte, acá en occidente, vemos al Tai Chi Chuan únicamente con ese tinte para re establecer la salud, pero en China, siempre ha sido considerado como una practica marcial propiamente dicha. Es decir, que con la práctica de este Arte de la suavidad, también se puede combatir y de hecho, esa fue la razón principal por lo que fue creado este Arte en sus orígenes.
El Maestro Kai Ying Tung es uno de los mejores exponentes en la actualidad y el cual tiene una trayectoria bastante reconocida a nivel mundial. Y es de este maestro que el Tai Chi Chuan llega el conocimiento a nuestro país, a través del Sifu Rolando Olmedo, quien adquirio sus conocimientos directamente del Sifu Tung.